lunes, 7 de julio de 2008

De fervores y cantos niños

Despertò al fervor
casi inconciente
y pretendiò ser ese ave
que narra la historia
cuando todos miran al suelo
cuando inquietan las horas
cuando los pasos
las manos
la mente
Enjabonada en hastío
se deslizó por ese intersticio insólito
indómito
Aplaudió en el oscuro resplandor
en la sombra atrincherada
para que respondiera alguien
y no hubo respuesta
que atravesara el silencio
"Abrigá una esperanza"
susurrò la matrona
"Abrigàla con tu sobretodo negro
largo hasta los pies
y tu yo-no-sè-por-què"
Pero es escurridiza
y no se deja abrigar
quiere correr desnuda
estùpida esperanza
quiere agarrarse una pulmonìa
quiere morir de tos y afonía
"Dejála correr"
Susurrò el duende
.
"Admiràla libre
desnuda
ajena
sobre todo no tuya.
Abrigáte vos
que andàs despechugada,
apechugando angustias
ajenas
sobre todo no tuyas."
Pero su pecho
despechugado
tampoco quiere vestirse
se obstina en la impostura
se ancla en este tiempo
que exige el abrazo.
"En el cielo las estrellas"-
recitò el niño.
"En el campo las espinas"-
sostuvo imprudente negando carpas.
"Y en el medio de tu pecho..."
No concluyò el versito preso de una duda tan desnuda e inabordable como las entidades mencionadas.