domingo, 12 de abril de 2009

Sobre un muro

Entonces recuerdo, tantas palabras sueltas, tanta imbecilidad dicha y escrita. Entonces decido no escribir más, llamarme silencio, borrar lo presente. Pero algo que no tiene nombre me lo impide, me obliga a dejar constancia, para que luego, cuando el dolor retorne, pueda recoger tantos recibos, tantas recetas mal formuladas, y reclamar el reintegro en la obra social.
Ahí estás vos
no tenés idea
esta batalla te ocurre alrededor
sin siquiera rozarte.
Ahí estás vos
y tengo tanto miedo
porque si fuera valiente, Dios, si lo fuera...
Ahí en el fondo
contra la pared más descuidada
esa que no mira nadie nunca
se apoyaba el deseo
convertido en urgencia
en necesidad imperiosa
Y la pared se erguía tan oscura, tan lejana
que la urgencia no lograba corroerla.
Me duelo tanto
y aún así,
no te abrazo.
Y me dolían los brazos
terriblemente
este deseo de abrazarte..........y nada
esa bruma imposible de franquear
ese muro de hormigón
esta parálisis repentina
Y el dolor era cada vez más horrible, como una punzada, como un mordisco, como mil agujas penetrando en la piel y hurgando en el músculo. La parálisis se extendía lentamente por mi hombro, por mi rostro. Cuando llegue a los ojos este dolor agudo no podré evitar el vuelco.
No te abrazo
y me duelo