Escribir
las frases
Que
liberen mis tripas
Que me
vacíen
Y me
llenen
De una
sustancia nueva
Escribir
las paredes
Que no
existen
Con la
sangre que me brota
De los
ojos obstinados
En ver
y ser vistos
Algo
tétrico
Y dulce
Casi
como el metal
Casi
como quien se rasca
Casi
como el sudor
O las
lágrimas
Disolverse
en lo incorrecto
Como un
deber
No me
amedrentarán
Con sus
dedos
Ella se
encontró señalando
Lo que
se debe
Lo que
no se debe
Y se
sintió plena
Al
torcer su deseo
Pero la
otra
Que
también es ella
Lloró
Y
perdió su tiempo
No su
espacio
El
espacio ya le era propio.
Entonces
la dueña del tiempo
Que era
también ella
Con su
dedo rígido,
Y su
sonrisa irónica
La
siguió por las calles oscuras
Y
aunque no le correspondía
Ese
camino
Debía
bajarse ahí
En el
mismísimo lugar
Que
quien se apropió
Atropelladamente
Del
espacio.
Ambas
entraron
En el
tugurio escarlata
Cubierto
el techo de espejos
Y
lentejuelas
Una
porque debía
Porque
le era propio el lugar
Otra,
ya sin saber por qué,
Su dedo
ya encogido
Sus
certezas dudosas.
La
primera fue despreciada
Al
igual que la segunda
Y ahora
no se distinguen
La una
-----------de
la otra
Pero
queda más bien la angustia
Y esas
ganas irrefrenables
Inexplicables
De
quedarse ahí
Para
ser miradas.
Sencillamente
Para
eso.