sábado, 17 de septiembre de 2011
tarde, confusa, y con sabor a mí
Al llegar a casa he de sacarme todo el maquillaje, todo lo que se pueda. Quedarán en mis ojos, en las comisuras de los labios, en los pliegues los restos, como de costumbre.
A cara lavada miraré la hoja en blanco. Algo en mí quiere llorar, algo en mí está seco.
Ahí en el borde, cuando el borde dejó de ser construido desde adentro y empezó a visualizarse desde fuera, como si alguien lo filmara y me mostrara los videos, el peligro.
¿A vos también tengo que dejarte? Algo en mí, el componente seco me dice que sí, que ya basta, que la grandilocuencia es demodé, que no llego a nada. Y lo húmedo quiere cubrirte con su abrazo tibio, y llorarte a mares, pataleando en la superficie. ¡Tanto pierdo de mí si te olvido!
Admitirme que en realidad siempre es mejor, que después daremos la batalla por comprender qué diablos quiso decir el universo, pero mientras tanto lo que es es lo mejor que puede ser. Y patalear hacia arriba, para salir a flote.
Hoy no siento que yo no… un poco sí, todo lo húmedo se relame en las múltiples heridas. Ser conciente. Tengo tantos deseos de llorarme, de dejarme caer. SÍ, señores, miro el borde, lo estuve viendo desde el principio, y tengo tantas ganas de dejarme caer.
Nosotros los sin miedo, que bailamos alegres al borde del abismo, nos ofrecemos para saltar, para hacernos pomada contra el suelo, reviviremos como el ave fénix, cada vez más fortalecidos, por eso queremos hacernos bolsa de ceniza, para fortalecernos, no conocemos otra forma de crecer más que los golpes. ¡Tanto nos golpearon siempre! Es por esto mismo que tus caricias y besos me resultaron siempre más de lo que podía llegar a comprender, y, maldita sea la tendencia religiosa, a endiosar lo misterioso. Sí, yo te he endiosado.
Admitir que te deseo, profanar los espacios entre nosotros, para hacerlos asibles. Me dije que .... me insistí... te volví carne, te deberé volver carne, para poder tocarte, para tocarte sin suspiros, sin andar por ahí produciendo ángeles. para tocarte como quien toca, con ganas de absorber, de morder, de pellizcar, de oler. Y admitir los celos. Escribir para que vos no leas, y lean otros, debo dejar estos juegos. Debo salir del laberinto, debo animarme a vivir la vida, como la vivo jugando otros juegos que son difíciles y peligrosos. Voy a buscar ese libro, el que regalé dos veces, voy a admitirme en la trama, en las uniones... voy a ver, voy ver...
para expropiarte de mí, para recuperarme. De tantos lugares debo recuperarme! Es que soy trozos de lo que podría llegar a ser. Sentarme, despacito, sentarme, balancear suavemente las piernas en el vacío, e ir pegando con delicadeza cada pieza, las que junté hasta el momento.
Eso, y admitir que se quieren cosas contradictorias, y que lo bueno de eso es que cuando el fracaso arribe, cuando se sepa que una de esas no se puede, será igualmente un triunfo, valga la contradicción.
domingo, 11 de septiembre de 2011
Vivo con vértigo.
Leer y saber que es lo mismo.
El borde, la posible caída
La caída anterior
El dolor de espaldas.
Pero este vértigo es distinto
Pero este vértigo es distinto.
Es igual, porque me tira.
Es distinto, porque voy a poder volar
Porque vuelo.
Vivo con vértigo
Y es como “bailar al borde del abismo”
Vivo con vértigo, me vierto, me vierto,
Yo soy mi propia vertiente, y nada de esto tiene sentido.
Salvo seguir, luchar, romper, gritar.
Y aquello de que las señoritas no gritan
Aquí gritamos todos.
Yo grito, y no me importa nada si eso me impide ser señorita.
Me hice señorita hace rato
Me hago señorita todo el tiempo
No suelo usar pollera cuando quiero estar cómoda
A veces quiero estar incómoda,
Para ver cómo se siente
Y otras veces ando desnuda
Al final, quién diría
Mirarme de reojo y gustarme
Hay días que todo cuesta
Hay días de peso supremo
Pero el vértigo, todo es tan leve cuando el precipicio fue aceptado
Todo es tal leve, cuando caer es una consigna que sabe a viejo
Todo es tan leve, cuando se quiere volar
Entonces voy a pedalear en el aire,
Voy a mover bajo mi cuerpo esa masa informe
Voy a mover todo lo que sea necesario
Voy a, voy a… y si no puedo
Pues caeré…. Ya he caído antes y aún así se sobrevive.
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