sábado, 31 de mayo de 2008
Los atolondrados y los equivocados
Corren los días, enloquecidos. Se tropiezan torpes días, atolondrados. Sudan su invierno, esperan ansiosos. Caen, se duelen, y siguen su curso.
Es julio y hace frío, porque si hace frío debe ser julio. ¿No es lògica pura? Así se expresan los equivocados, cada vez que hablan y anuncian, sus tonteras pomposas.
Los equivocados miran los días, los ven correr y los estudian. Quieren ser como ellos, pero no pueden, quieren correr hacia algún lado, y se quedan, mirando correr a los días locos.
Y los atolondrados que corren no pueden detenerse, son presa de la inercia, hasta que se choquen. Quieren sentarse, como los equivocados. Pero ¡què bien que harían ellos en sentarse! A nadie juzgarían, a nada se opondrían, solamente estarían ahí, siendo, dejándose ser, en una inercia como esta, pero tan distinta.
Y los equivocados, estáticos, ¿inertes? No, inertes viene de inercia, entonces inertes no. Estàticos, pensantes, como quien piensa que piensa, y en esa meta algo, porque siempre es màs allà, no hay meta pròxima, solo màs allà, y entonces no se va a ningùn lado, pero tampoco se quedan. Los equivocados son, eso es, son. Ellos, pura esencia, puro error, puro acierto.
Los atolondrados estàn, y no estàn, pero devienen, quieren ser, y no son nunca por completo, porque si lo fueran... bueno, estarìan equivocados.
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2 comentarios:
Helene, ¿cómo va querida?, tanto tiempo sin que la vida nos cruce por algún lado...
Y en cuanto a su texto, coincido en que los atolondrados son presos de la inercia, pero lo peor es saber que el mismo ser humano es preso de su propia razón.
Me encantó porque te tuteo y al mismo tiempo la trato de usted, jajaja
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