domingo, 28 de marzo de 2010

Miss Yo.

Mis cosas, mi casa, mi cuadra mi cuarto, mis espacios mi cuerpo, mi cara mi cuerpo, mis pechos, mis piernas, mis nalgas. Mis certezas, mis dudas mis gritos de guerra mis lemas mi ideología, mis ideologías mis luchas, mis batallas, mis guerras mis derrotas, mis victorias. Mis combates, mis armas. Mis trincheras, mis búnkers. Mis miedos, mis corajes. Mis obsesiones, mis lugares comunes. Mis palabras, mis palabras. Mis noches, mis días. También mis tardes y mis mañanas, pero sobre todo mis noches. Mis sueños, mis pesadillas. Mis escaleras, mis escalones. Mis túneles, mis reiteraciones. Mis libros, mis papeles, mis autores. Mis papeles, mis palabras, mi tinta. Mis palabras, mis silencios.... Mis preguntas, mis respuestas, mis preguntas sin respuesta. Mis cuestionamientos y mis cuestiones. Mi mamá, mi mamá. Mi papá. Mi hermano también, mi hermanito. Mi abuela y mi todo el resto. Mi familia. Mis plantas, mis muebles, mi sol de tarde. Mis oscuridades y mis luces. Mi luz, mi luz. Mis espejos, bah, mis reflejos. Mis proyecciones. Mi imagen, mis imágenes. Mi trabajo, mi estudio, mi arte. Mi tedio, mis diversiones. Mi placer, mi deber. Mis amigos, mis amigos lejos y cerca. Mis amigos que ya no. Mis amigos que ahora sí. Mis amores, mis no amores. Mis ternuras. Mis pasiones. Mis fervores, mis paciencias. Mis siempres, mis nuncas, mis quizases. Mis quisiera, mis proyectos, mis seguridades e in- Mis monstruos, mis ángeles. Mi Dios, Mi DIOS. Mis plegarias, mis agradecimientos, mis pedidos. Mis lágrimas y mis sonrisas. Mis carcajadas. Mis danzas, mis letargos, mi inmovilidad. Mi pánico, mi confianza, mi abismo. Mi tiempo, mi tiempo. Mis horas, mis días. Mis manjares, mis de paso, mi aquí y ahora. Mi aquí, mi ahora. Mi ahora. Mis simplezas, mis telas de araña. Mis remolinos, mis aguas mansas. Mis rocas, mis juncos. Mis olas, mis orillas. Mi piel, mis caricias. Mis verdades, mis hipocresías. Mis rencores, guardaditos. Mis "todo lo digo" y mis "no digo nada". Mis resistencias y vendavales. Mis finales, mis principios. Mis punto y coma. Mis enumeraciones, mis búsquedas. Mis encuentros furtivos y planeados. Mis recuerdos, mis inventos. Mi cansancio, mi energía. Mi esperanza y mi espera. Mis muertes, mis nacimientos, mis resurrecciones. Mi temple, mi carácter. Mi luna, mi sol. Mi tibia y peroné. Mi música, mis datos, mis lugares para flotar Mi coherencia y mi espacio absurdo. Mis delirios, mis delirios. Mi insolencia, mi obediencia. Mis tentaciones, mis prohibiciones. Mis eternas letanías, mis efímeras oraciones. Mis ojos, mi mirada. Mi telón, mi función, mi escenario. Mi máscara y mi rostro. El verdadero. ¿Cuál? El verdadero. .

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