domingo, 3 de agosto de 2008

Supresiòn

Esperò hasta volver, esperò hasta llegar a su casa para sacarse a un mismo tiempo los zapatos de pies helados y esa sonrisa de plàstico.
Me miràs
.................me hablàs
...................................yo callo todo lo mìo.
No hay palabras siquiera.
"Podrìa abrazarte o exigirte un abrazo"..........la mesa..........la mesa.
Tus ojos de agua sin llanto.
Solo quiro llorar cuando estè lejos.
Besar tu boca que habla para callar la mìa que replica. Hundirme en la espesura de lo abstracto... solo por no decir, no debo. Solo por no decir "no debo".
"Hacè lo que tengas que hacer".............(te amo)..........(el texto fue suprimido por la autora)
(...) (Nueva supresiòn) Y si no es con vos con nadie. ¿Podràs entender eso? ¿Podrè yo aceptarlo, escribirlo por sobre mis ojos empañados de agua, de agua? Sentirme capaz de esperarte toda la vida y aùn muerta esperar toda mi muerte.
No quiero nada, nadie màs.
Sonia tuvo que irse, djarse llevar a lo oscuro, estarse allì un rato. De golpe todo ese futuro inmediato desapareciò sobre el pochoclo, se subsumiò a lo etìlico. Tanto deseo no dicho, tanto amor, tanto. Cerrar los labios con palabras difìciles para que nadie las descubra aùn agotando las vocales posibles. Alejarse, Sonia, elegì acà. Es sencillo sonreìr, hablar, no cuesta mucho. ¿Cuàntas vidas seguiràs - - - -ando a Bruno, desarmàndote en cada esquina perfumada de su ausencia? Es que Bruno sabe decir lo justo, lo que no debieras escuchar. "Yo siempre.........(no, ¿por què?)" No creer, serìa sencillo, no querer... aùn màs. Y te quiero tanto, tanto.
Sacrifico mi nada
para alcanzar tus ojos
.......................................y hacer que me miren
...............................................................................siempre.
Entrego mis ojos
para mirarte
.............................sin obtener nada.
Una caricia serà bastante
hasta que pueda quedarme en vos.

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